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Caminando esta misma mañana por nuestro maravilloso parque de María Luisa se amontonaron en mi nariz una SINFONÍA DE OLORES tierra, flores, árboles… y a la misma velocidad comencé a EVOCAR RECUERDOS que me transportaron, de inmediato, a escenarios muy diversos en TIEMPO Y ESPACIO… ¿te has preguntado alguna vez el cómo y el por qué de esto?

¿A qué huelen tus recuerdos?

Las MEMORIAS inducidas por los aromas son mucho más fuertes que aquellas que provienen de los sentidos de la vista o del oído. Con frecuencia nos llevan a episodios de nuestra más tierna infancia. A menudo recordamos más las SENSACIONES vividas asociadas a esos olores que las escenas o los eventos en sí mismos. Podríamos llamarlos casi REGRESIONES en el tiempo. Consiguen ponernos todo el cuerpo en pie… Si cerramos los ojos y nos concentramos REVIVIREMOS LAS EMOCIONES tan realmente como si volviéramos a ese tiempo.

Como ANIMALES PERFECTOS que somos traemos de serie un cerebro también perfecto. Dentro de él hay una especie de CAJA DE PANDORA DE LOS RECUERDOS. Es casi como introducir una moneda  en  una máquina de refrescos, elijo el refresco y pulso el botón. El  SISTEMA LIMBICO trabaja de igual manera. Hueles y a modo de ORDENADOR GIGANTE el servidor de nuestro procesador mental, busca el correspondiente recuerdo en nuestro archivo. Cierto y verdad es que recordamos de manera abstracta, aunque el IMPACTO EMOCIONAL puede ser bastante intenso y real.

Misterios y capacidades de nuestra mente

¿SUEÑO O REALIDAD? ¿cómo es que puedo reconectar con un suceso tan aparentemente alejado en el tiempo con esa viveza?  ¡Cuánto nos queda por descubrir acerca de los MISTERIOS Y CAPACIDADES DE NUESTRA MENTE!

Sí, mis queridos amigos, somos ANIMALES PRIMITIVOS Y OLFATIVOS.

Recuerdo con mucha ternura un episodio de mi segundo hijo recién nacido. Habrían pasado unos 15 días desde su nacimiento. Estábamos en plena vorágine de adaptación, tanto el como yo, ya sabéis, esos momentos en los que el bebé te absorbe tanto que no tienes tiempo ni para ducharte tranquila 5 minutos.

Pablo lloraba y lloraba en su hamaquita, dentro del baño, conmigo, y de manera intuitiva, coloqué mi bata de estar en casa junto a su carita… el efecto fue inmediato… La prenda impregnada de mi olor lo calmó en un santiamén ¿magia? … No.. La asociación del olor de la prenda conmigo le susurró: “es solo un momento, estás a salvo, estás en tu ZONA DE SEGURIDAD.

Nunca olvidaré como se quedó dormido acurrucado a mi bata impregnado de lo que el asociaba  con su TRIBU, con su ORIGEN.

Renovarse o morir

Del mismo modo nos emparejamos románticamente. Es de todos conocidos que elegimos a nuestra pareja, en un  alto porcentaje por su olor, y por todas las connotaciones que lleva aparejadas. El olor de alguien que pudiera contribuir, a la MEJORA DE LA ESPECIE, se traduciría en una escalada hacia arriba de la siguiente GENERACIÓN.

RENOVARSE O MORIR… así se escribe, desde que el mundo es mundo. Esta SELECCIÓN tiene lugar en todas las especies… La humana no iba a ser una excepción.

Doy un salto hacia la foto que encabeza estas líneas. Como podeis apreciar, soy ANIMAL bastante olfativo y me deleito mezclando FRAGANCIAS. Personalmente prefiero envolverme en olores cítricos y frescos, vestirme con ellos de sencillez, descomplicación y limpieza… ¿quizá porque me recuerda a cómo olía mi madre? 

¡Touché!

Volver a los orígenes

Como veis todos volvemos a los ORÍGENES y todos los olores tienen un HILO CONDUCTOR EMOCIONAL Y ANCESTRAL MUY FUERTES.

Nuestros primeros recuerdos son los olores… Grabados con letras de fuego en los más recónditos huecos de nuestro cerebro. Respira profundo y siente… Revive la película tantas veces como quieras… el repertorio es amplio y nos condiciona hasta cuándo seleccionamos un detergente para lavar la ropa  y no otro. El olfato nos condiciona y mucho… en la misma medida para olores que nos resultan desagradables, por supuesto.

Para gustos… OLORES. Deleitate y RECUERDA que lo que simplemente nos gusta por su olor no es mera CASUALIDAD. Despierta tus sentidos y tu memoria… Cierra los ojos para concentrarte mejor y …FELIZ VIAJE AL PASADO DESDE EL AHORA. ?

Color y Calor

Un juego de palabras, de sensaciones, de percepciones ¿una sola percepción, común para todos, o tantas maneras de percibir como personas?

Dos nombres, sustantivos, que dan vida a dos conceptos muy ricos, tan distintos o tan afines, según se mire o se interprete, casi, casi iguales en grafía, a excepción de una vocal.

Ambos se perciben a través de los sentidos. En su percepción más somera, el color se ve a través de los ojos y el calor ¿Qué pasa con el calor? Vayamos por partes.

Color o Calor

Recordando con cariño al cantautor Pau Donés y al estribillo de una de sus canciones : “depende, todo depende…”

Cierto y verdad es, como dice el refrán, para gustos, colores ¡menos mal! ¿Os imagináis que aburrido sería el mundo si todos lo percibiéramos igual?..

Cuando hablo de colores siempre recuerdo la misma anécdota, extensible a diferentes personas y situaciones.

Todo depende del ojo que observa

Escenario: estás hablando con una amiga de que tienes ganas de renovar un poco tu casa y estás pensando en pintar las paredes de otro color. Le cuentas que estás dudando entre el blanco roto y el hueso. Tu amiga se queda callada y a continuación te pregunta: “¿con blanco roto te refieres al blanco cáscara de huevo, verdad?. Tú te quedas pensativa y contestas:”bueno, no es lo mismo, quizás el blanco roto tiene un poquito más de mezcla con marrón que con negro”… Conclusión: de un mismo tono hay una extensa gama de subtonos, sino buscad, buscad…¡os vais a divertir eligiendo! Todo depende del ojo que observa… yo misma he experimentado un antes y un después de mi operación de vista cansada. Observo maravillada los colores de esto y de aquello, parece que han ganado en belleza, en definición, en viveza, y realmente ¡así ha sido para mí!

Juntos el ojo humano y el cerebro traducen la luz en color. Los receptores lumínicos en el interior del ojo transmiten mensajes al cerebro y es este, a través del recuerdo, el que genera las sensaciones familiares del color ¡Menudo milagro!

Hace mucho que Newton observó que el color no es inherente a los objetos. En realidad, la superficie de un objeto refleja algunos colores y absorbe todos los restantes. Nosotros percibimos únicamente los colores reflejados ¡fascinante juego de luces!

Lo mejor o lo peor de cada percepción

Vamos a ocuparnos unas líneas ahora del órgano más extenso de nuestro cuerpo ¡claro que sí, la piel! La piel como órgano receptor del calor, calor que también se vive, según la persona y las circunstancias, de manera absolutamente diferente… ¡te lo digo yo que estoy en plena premenopausia y paso del pay-pay a la manta, en menos que canta un gallo!

Volvamos a como percibimos el calor a través de la piel, interesante y complejo. El encargado, en primera instancia, de regular la temperatura corporal, es el hipotálamo, que  lleva a cabo su función mediante unas células nerviosas especificas llamadas termorreceptores. Aunque lo sepa en teoría no salgo de mi asombro ¿no os parece milagrosa la capacidad de respuesta y coordinación entre nuestros órganos, para ofrecernos la mejor de las opciones? Vuelvo a hacer hincapié en el como lo vivimos, en  la subjetividad está el meollo de la cuestión. Así lo veo-así lo siento-así lo vivo. No hablo de autoengaño, hablo de que siempre podemos quedarnos con lo mejor o lo peor de cada percepción.

La aventura de autodescubrimiento

Pasemos a un poco de acción después de bastantes palabras de teoría. Si te apetece probar algo nuevo y experimentar ¡allá vamos!

Te propongo  un ejercicio  bastante  curioso y fácil a la vez, se trata de ser un poco niños otra vez, o mejor dicho, practicar mucho para no dejar de serlo. Durante las sesiones Balance-in en las que acompaño  a muchas personas en su aventura de autodescubrimiento, a través de distintas técnicas, hay una parte en especial, en la que elegimos entre la persona y yo, un escenario desde el que esa persona comienza a interactuar con sus propias emociones a través de los sentidos… y dice así  “¿si tuvieras que ponerle un color a tus sentimientos en este momento, que color elegirías?”… demos un pasito más y afinemos a nivel kinéstesico, es decir como siento la posición de mi cuerpo y como soy capaz describir las sensaciones que me transmite,  y formularíamos una pregunta así como “… si tuvieras que poner una temperatura a la emoción que experimentas en este momento ¿cuál sería..?”

Llegados a este punto, parece ser, que calor y color tienen bastantes más similitudes que diferencias, sea como fuere, y a elección de cada cuál, no cabe duda de que ambas contribuyen a hacer más bonito nuestro mundo desde el fascinante imperio de los sentidos.

Y seguimos avanzando, mi querido lector. Otro delicioso rato compartido contigo. Gracias ?