¿Cuántos DESEOS DE MI ALMA me han sido concedidos a la luz de una VELA?
Prender una vela es símbolo de ILUMINACIÓN…También se puede entender como un ejercicio de VOLUNTAD CONSCIENTE de atraer hacia nosotros nuestros más ansiados PROPÓSITOS Y MERECIMIENTOS. Las velas encendidas equivalen a mantener nuestro SER ESPIRITUAL en conexión con nuestras EMOCIONES, algo así como abrazarlas y dar fe de nuestra conexión con una poderosa e inconmensurable FUERZA CREADORA SUPERIOR que forma parte de cada uno de nosotros y a la que estamos indisolublemente unidos…Todos y cada uno de nosotros formamos parte de esa ENERGÍA UNIVERSAL…
Al abrigo de una vela
Así, al menos, lo siento yo. Me fascinan las velas, me acompañan su LUZ, su CALMA, la SABIDURÍA que calladamente me susurran, resueno con su MAGIA… Al fin al cabo es la mía también… Puedo pasarme largo rato perdida en la longitud de la llama, en su flameo o MOVIMIENTO VIBRATORIO.
Se dice que el Dr. Usui, el fundador de REIKI, estuvo caminando por las calles de Tokio con una linterna encendida a plena luz del día, como si fuese un FARO para atraer a nuevos estudiantes de esta poderosa técnica energética ancestral.
Norte y guía
Curioso como la palabra vela simboliza también ese NORTE o GUÍA si la utilizamos para definir el guardaropa de una embarcación no a motor. Una vez prendida, la mecha de una vela ilumina y muestra, en multitud de ocasiones, cuál es el CAMINO A SEGUIR…CUAL ES EL PRÓXIMO PASO… Lo propio hacen las VELAS DE UNA EMBARCACIÓN… Basta con que elijamos cual izar… el DIOS VIENTO se encarga del resto… En cualquier caso la VELA proporciona DIRECCIÓN, RUMBO… Ya sea encendida sobre un escritorio o alzada en un barco, se traduce como ALIENTO DE ENERGÍA.
El uso de las velas es tan poderoso como inocente. Desde nuestra más tierna infancia las utilizamos para rememorar nuestro PASO POR ESTA EXPERIENCIA FÍSICA coronando nuestra tarta de celebración de cumpleaños, rememorando y RENOVANDO nuestra ENERGÍA VIVA… Ese COMPROMISO CON LA VIDA desde el que formulamos deseos desde lo más profundo de nuestros corazones antes de soplar y apagarlas… Los lanzamos con fe al vasto universo, con la certeza de que nuestro PEDIDO CÓSMICO…se hará REALIDAD TANGIBLE en uno u otro momento.
Luz ancestral
Su poder de RELAJACIÓN es de todos conocido, personalmente me teletransporta a tiempos muy remotos. Imagino a nuestros congéneres primitivos al calor de una hoguera, compartiendo LUZ Y ALIMENTOS, sentados al calor y envueltos en la magia de las brasas…ORANDO en curiosos RITUALES a la deidad que en ese momento era válida para ellos…
Los imagino en un un ejercicio de MEDITACIÓN CONTROLADA Y CONSCIENTE, en la que aumentaban su PERCEPCIÓN, SU FOCO DE CONCENTRACIÓN… Encontrando niveles de CONEXIÓN con el CREADOR, esa intuición que podía guiarlos quizá a decidir si tomar un camino u otro… Salir a cazar al día siguiente o pintar en las paredes de las cavernas para dejar constancia de su paso por ellas…
Luz purificadora
La luz de las velas o de una hoguera DESINTOXICAN EL AMBIENTE, aportando una inmediata PURIFICACIÓN, devolviendo al entorno ARMONÍA Y CALIDEZ.
Las velas, como tal, remontan su identidad a nuestro antepasado HOMBRE DE CROMAÑÓN. El descubrió que una mecha se podía mantener ardiendo si se la alimentaba con grasa animal y que así podía mantener iluminada su cueva durante la noche. Es así como las velas pasaron a iluminar la EDAD DE PIEDRA.
Un paso adelante supuso el empleo del aceite, pero su aplicación al alumbrado fue más tardía, en torno al s XV.
Formulo un deseo
Doy un salto hasta la actualidad.. que si no me envuelvo en el histórico y en mi imaginación desbordante y se me va la olla… Y va siendo hora de cerrar otro nuevo espacio compartido… Ni que decir tiene que me acompaña mi gran velón… como muestra la foto que encabeza este post.
Mi querido amigo: Te doy las gracias por tu tiempo y atención y formulo un DESEO: POR TI Y POR MÍ… PARA QUE TODO LO MEJOR NOS ALUMBRE SIEMPRE…QUE ASÍ SEA, SOPLO LA VELA… ¡DESEO CONCEDIDO! ?