Espejito… espejito
¿Te gustas cuándo te asomas al espejo?
¿Se te ha ocurrido pensar alguna vez que la imagen que crees que el espejo te devuelve quizás no se corresponde con cómo los demás te ven?
Espejito… espejito
A mi modo de VER todo es una cadena: me miro y dependiendo de cómo me calibro internamente así emito veredicto, que puede ir del “estoy horrorosa hoy ….no tengo un pase…” al “que mona, por Dios”, pasando por el “ni frío ni calor, sosita, tela”. Como puedes observar, dependiendo de la dureza o flexibilidad de nuestras programaciones mentales, nos calificaremos a nosotros mismos: de “víctimas de nuestras miradas a nuestros más ferviente admiradores”.
Es evidente que vamos cumpliendo años y en la sociedad en la que vivimos el costo de la arruga y el michelín es altísimo…te lo dice una que a los 35 apuntaba: ”¿qué voy a hacer cuando me salgan canas”? ”¿qué voy a hacer cuando el molesto michelín por pequeño que sea se aposente por encima de las braguitas al sentarme? ¿qué voy a hacer cuándo el resultado de “sonrisas y lágrimas” comience a hacer estragos en mi cara?
Y llegaron los 40 y también los cuarenta y todos y con todo ello llegó la dualidad existente en todo desde que el mundo es mundo… ¡bendita dualidad que me trajo la experiencia y bendito michelín, mantenido a raya, eh!, que tampoco se trata ahora de “ancha es Castilla”…
Tengas la edad que tengas
Tengas la edad que tengas, estarás de acuerdo casi con total seguridad en que para llenarse de experiencias hay que vivir íntimamente las emociones y reír con ganas y llorar también con ganas, ya que sin la experiencia de la una no se pude valorar ni conocer la otra….si no te “mojas” más temprano lo harás más tarde, créeme, la vida te pone a prueba, casi te habla al oído: ”la elección está en tu mano, desde tu libre albedrío te acompañaré pacientemente, hasta que decidas DESPERTAR, si no es en esta vida será en otra con otro nombre, con otro “disfraz”, otros amigos, otra familia….como ves creo que cuando dejamos este cuerpo que se nos da prestado al nacer la energía que somos “pide nuevas oportunidades, tantas como el alma necesita para recordar su propósito, para trascender a través de la experiencia. Es libre estar de acuerdo con esto o no mi querido compañero de lectura.
En fin, vuelvo al eje central de este post, como verás, ¡tengo una facilidad infinita para divagar..!
El espejo siempre nos devuelve la imagen que queremos ver
El espejo siempre nos devuelve la imagen que queremos ver, desde nuestra elección consciente o subconsciente, nuevamente las polaridades, ¿lo ves? Vamos de una polaridad a la otra… equilibrando como funambulistas en la cuerda floja… para encontrar ese punto medio tan ansiado de equilibrio… y como seres humanos que somos hacemos gala de nuestra incoherencia y buscamos el “desparrame” ese necesario para sacar los pies del tiesto, que no es más que la búsqueda de la nueva experiencia necesaria para el avance… y vamos un paso más allá y avanzamos un pie adelante y el otro detrás por esa cuerda floja del viaje vital, vaciándonos y llenándonos en un vaivén de emociones, y nos aventuramos a caer, a veces sin red, en esos momentos de incertidumbre absoluta que respiramos cuándo el cambio que ansiamos es desde la base.
Somos dualidad
Somos dualidad, y nos guste o no si queremos llenar más el cubo y el cubo está hasta el borde es necesario vaciar primero el contenido de ese cubo de “ensayos y errores” para volver a llenarlo con nuevos experimentos y aceptar la dualidad física, emocional y mental que está en todo. Queremos adelgazar para poder volver a engordar un par de kg sin remordimientos, reímos hasta dolernos la barriga para así asumir mejor los momentos de tristeza, pensamos en cuántos plazos nos quedan por pagar del iPhone nuevo, ¡anda, si termino este mes, que liberación! para inmediatamente volver a encadenarnos con la compra a plazos de un nuevo coche… así somos duales e incoherentes… maravillosos humanos elegidos para surfear las aguas de la vida! ?