Cómo lo ves

En estos días pensando en que nuevo vídeo grabar acerca de Balance-in para redes sociales, por fin di con la tecla ¿Cómo es posible que lo vea tan claro en mi esquema mental y el resultado sea algo que no es exactamente lo que quiero transmitir? Pues muy fácil, a menudo somos y actuamos en virtud de lo que se espera de nosotros ¿cuánto tiempo más necesito vivir “tomando prestadas las gafas del vecino” en vez de ver a través de mis propios ojos o en su defecto poniéndome mis propias gafas, esas que se adaptan perfectamente a mi vista?

¿Cómo lo ves?

¿Qué cómo lo veo? La respuesta es “CRISTALINO”. Así que nuevo giro, rumbo a mi corazón y siempre guiada por mi intuición. Recibo llamadas de clientes de mi estudio que me preguntan ”¿entonces ya no vas a dar más pilates?, ¡ay por Dios, con lo que me gustaba a mí ese ratito de terapia mientras hacíamos nuestra sesión!. Sí, señores, así somos los humanos, es el mismo perro pero con un collar que trae más extras de serie. Pero sí, cuesta la adaptación a lo nuevo, asusta eso de ahondar en nuestra postura física que no es más que una postura ante la vida. Y a mí me ha costado “algunos vídeos” cambiar el rumbo y dar otro enfoque, soy mucho más plural y coherente con mi YO de AHORA. LO VEO así y lo muestro así. No tiene sentido para mí cortar las alas a mi aprendizaje, estaba coja y limitaba mis capacidades. Desde siempre mover el cuerpo ha sido para mi una expresión de unión con mis emociones, desde siempre me ha guiado ese termómetro interno. Mi coherencia me pedía a gritos un cambio en línea con mi nueva etapa de desarrollo personal, así LO VEO y así te lo muestro.

El nuevo método

Ayer me preguntaba mi hijo Pablo: ¿mamá, de verdad lo ves claro? Me refiero al nuevo enfoque, al nuevo método. Mi respuesta fue contundente: “sólo es nueva la manera de mostrarlo al mundo. Llevo años y años experimentándolo conmigo misma y de manera subliminal transmitiéndolo sin ponerle nombre y apellidos, ahora ha llegado el momento de ponerlo al servicio de todo aquél que tenga un profundo compromiso consigo mismo para vivir con plenitud su vida.

¿De verdad todavía no quieres ver el “maltrato” al que nos sometemos en nuestro día a día?. Te haré un apunte muy esclarecedor: fíjate que cuándo queremos desconectar, relajarnos o celebrar casi siempre lo hacemos a través de estímulos externos en forma de abusos de comida, alcohol, tabaco… Aparentemente celebramos nuestra alegría con un “adormecimiento de los sentidos” ¡Ojo, con esto no estoy diciendo que tomar un vino o fumar un cigarro de manera consciente y controlada… sea malo! Lo digo como ex fumadora en primera persona y sin acritud de ningún tipo (soy de las ex fumadoras a las que no le molesta que fumen a su lado). También como buena amante del vino he descubierto en esta etapa de “hogar dulce hogar“ que todos hemos vivido, que si antes me dejaba llevar por el es jueves noche y “toca” para desconectar o hacer lo mismo que el resto de los mortales tomar un vino, ahora solo “toca” tomar ese vino si me apetece.

Veo desde dentro con los ojos del alma

Volviendo al enfoque y a la vista… y como todo es un continuo de sucesos concatenados, en unos días me opero de los ojos… veo desde dentro con los ojos del alma y quiero volver a ver con nitidez, sin gafas, ni de cerca ni de lejos, con los ojos del cuerpo. Mi vista no estaba cansada de ver sino de no querer ver, así que estreno nueva vista de lince para que no se me escape ni un detalle de este preciado regalo que es la vida. Nueva vida, nuevo enfoque, nuevos ojos.

 Te reto a que respondas con valentía y honestidad a la siguiente cuestión: ¿quieres un enfoque nuevo visto desde tus ojos o eliges seguir viendo a través de las ojos prestados de otro?

La pelota siempre está en tu tejado. Elijas lo que elijas siéntete bien pero hazte un gran favor, se consciente de tu elección.

Gracias por tu tiempo, un post más y seguimos DESPERTANDO JUNTOS.

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