¡Pasa..! Este espacio siempre está abierto para ti. Ponte cómodo y toma asiento. Comienza la puesta en escena. Te cuento…

Puede ser que te preguntes: ¿qué relación tienen la foto de las “gominolas” y el título “quiérete bien…para querer mejor”? Con toda la razón te lo preguntas. Ahora hago el “desplegable” y verás cual es el hilo conductor.

El otro día, en una de esas salidas casi de “estraperlo” al supermercado y viendo “mascarillas van y vienen”, mis papilas gustativas comenzaron a activarse al pasar por delante de unas apetecibles bolsas de gominolas. ¡Que ricas..por Dios!… ¡al carrito! Bueno, pues llego a casa, coloco y bla bla bla …vamos, lo que todo hijo de vecino hace al llegar de la compra. Con las “chuches” tengo la costumbre infantil de abrir el paquete y ponerlas a la vista en el entremesero de cristal que ves en la foto… ¡Me encanta! Me da la sensación de que vuelvo a esos maravillosos años de la infancia en que celebrábamos los “cumples” en casa… Ese olor a puro azúcar…a risas…a despreocupación, a libertad. ¡Qué bonito es evocar esos momentos y revivir esas emociones!

Me “fui” por un tiempo (no sé si fueron 10/15 minutos) a “volar en libertad”. Cuando “volví” de mi viaje maravilloso pensé : ¡”cómo me gusta!…me pongo en acción con mi próximo post….¡a escribir”!
Ahora viene el momento de verdad en el que tienen sentido la foto y el título que he elegido.

Mother´s Day

Día siguiente, pasado domingo, primer domingo de mayo… celebración del “Mother´s Day”, onomástica de todas las madres y para mí, de todas las mujeres. Recibo, emocionada, felicitaciones de mis dos hijos; el mayor vive ya independiente, 24: “Feliz día, mamá. Te quiero”. Mi hijo el menor, 19, madrugada del sábado al domingo, 00:00 desde casa de su padre me escribe: “Feliz día de la madre, mami, eres la mejor madre que me podría haber tocado. Te quiero mucho”.
¡Cuánto hemos aprendido juntos…y por separado…más todavía! El camino ha sido largo hasta llegar aquí…pero ha merecido la pena …¡y tanto!

¡Ay si nos dejáramos llevar más por esa voz que siempre acierta, esa voz interna que nos guía a cada paso! ¡Que inmenso es el confort de seguir adelante, puede haber baches, ciertamente los hubo y los habrá, quizás…Un paso adelante y otro más, incluso por sendas oscuras, esas son las mejores, nuestros grandes maestros que nos hacen subir otro escalón arriba. Y se aprende, claro que se aprende. Me mantuve firme, alineada con esa sabiduría interior… permanecí confiadamente. AHORA estaba de nuevo la vida diciéndome: ”Aquí tienes pruebas irrefutables, hechos consumados, lo hiciste bien, te mantuviste contra viento y marea…toma más regalos…te los mereces”. Nos enriquecimos mutuamente y aprendimos a respetarnos y a querernos bien. ¡Que satisfacción! Me sentí y me siento plena de felicidad.

Querer; que bueno es querer con responsabilidad hacia uno mismo, ponernos en nuestro sitio cuando sabemos que hay que hacerlo. Decidida y actuando desde el ”primero yo”, saltándome a piola las ataduras del “que van a pensar”, “ como voy a ser así”, “debo sacrificarme”… y todos esos dictados sociales y programas que han ido pasando de generación en generación y que hemos afianzado como verdades absolutas sin pararnos a pensar: ¿es justo para mi?, ¿será que también tengo algo que decir?…¡que egoístas son los hijos…! Queridos míos, una vez más el dedo indice apunta hacia nosotros con una claridad meridiana. ¿Te mantienes firme? ¿Hablas de tus necesidades con la gente que amas? ¿Tú te quieres? Y la pregunta del millón: ¿Eschuchas tu vocecita interior o le “tapas la boca ahogando su mensaje” ?

“ Quiérete bien…para querer mejor”

La única manera posible es grabar con profundo respeto en nuestro corazón el siguiente credo: “Amarás al prójimo como a ti mismo”. Sólo desde ahí puede construirse una autentica relación de amor desinteresado, respetuoso y dulce.
¡Empieza por ti, si te amas bien, amarás y te amarán mejor!
¡Haz tuyas estas reflexiones!
¿Recuerdas que dicen la azafatas al dar las instrucciones básicas de seguridad? : “en caso de despresurización de la cabina se abrirá automáticamente un compartimento, las máscaras de oxígeno caerán delante de ti. Primero ponte la tuya y respira, luego puedes ayudar a los demás”.

Sé valiente y sincero contigo mismo…es muy fácil caer en victimismos o beneficios secundarios.
Desde el victimismo alimentamos el “me hizo esto/ me dijo lo otro, no puedo hacer nada…”¡Para y reflexiona!: ¿Quieres quedar atrapado como el hamster en la rueda o quieres salir fuera de esa rueda con la fuerza del “just jump”?

Desde el beneficio secundario podemos intuir las huellas sospechosas del control hacia los demás, de manera que preferimos seguir en nuestro ”modo de sufrimiento y queja”, nuestra zona conocida, en vez de atrevernos a no ser necesarios para nadie, salvo para nosotros mismos.

Cojamos “el toro por los cuernos” y hagámonos responsables de nuestras vidas, construyamos desde nuestro “yo” y démosle la valiosa oportunidad a los demás de aprender a elegir cómo quieren construir los suyos .

Amor incondicional…hacia nosotros mismos primero… QUIÉRETE BIEN… PARA QUERER MEJOR.
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En uno de esos momentos frecuentes en mí de “papelera mental vacía” para imaginar libremente, vino sin más, la imagen de una oveja negra. De esa imagen mental  fluyeron en un segundo las asociaciones desde mi disco duro. Se “dispararon” instantáneamente términos como; diferente, libertad, romper moldes, salir de lo institucionalizado, atreverse. La frase vino sola “Me atrevo a ser”. A renglón seguido, golpe de tuerca más, me pregunto; ¿será que hay todavía ovejas más “raras” que las negras?… “¿qué tal ovejas en mi color favorito, el naranja?”. “¿Será que habrá alguna ilustración de ovejas naranjas?…seguro que existen…”

Curiosa como una niña me fui a Google y tecleé: “ilustraciones de ovejas de color naranja libres de derechos de autor”. Tras pasar y pasar páginas, aparecieron: ¡maravillosas…tres, eran tres, con un pelaje naranja fantástico! Inmediatamente pensé: “han superado la rareza de las negras” (coincidirás conmigo en su singularidad…véase la foto que apoya el texto).

Estos son los preliminares que me llevaron, sin buscarlo, a elegir el título de este tercer post de mi blog que tengo el gusto de compartir contigo ahora.

Me atrevo a ser

“Me atrevo a ser”. Llegar a este “permiso”, sintiéndolo con fuerza desde dentro, es posible ahora. Todo pasa por una reescritura de aquellos sucesos de nuestra vida que en algún momento nos lastimaron y quedaron “clavados”. La vida, con gran sabiduría, los pone en nuestro camino, una y otra vez, hasta que, exhaustos de sufrimiento nos disponemos a apuntar con el dedo hacia nosotros, hacer la lectura pertinente y volver a reescribir, a pintar como en un lienzo en blanco, nuestra nueva visión sanada.

Y avanzamos, con la completa seguridad de que aparecerán nuevos escollos que salvar, nuevas dificultades con las que aprender, nuevos puentes que cruzar, ¡es el peaje maravilloso que hay que pagar por estar vivos, el abrazar cambios e incertidumbre!

Aquí estoy contigo

Aquí estoy contigo, te tiendo la mano desde la experiencia en primera persona, mutuamente nos nutrimos…como yo hice en su momento… me rendí a la evidencia y en un momento determinado me pregunté:”¿por qué se repiten una y otra vez ciertos sucesos en mi vida?”. Personas que parecen recordarme el dolor, el miedo, la falta de autoestima…¡benditas personas, benditas circunstancias!…me indicaban en letras MAYÚSCULAS subrayado y en negrita MIRA HACIA DENTRO. Eran y son valiosísimos maestros que vibran en nuestra misma frecuencia, maestros que irremediablemente nos obligan a salir de nuestra zona de confort (aunque el confort sea doloroso, es conocido…), a menos que elijamos perpetuar el dolor, en cuyo caso “repetiremos “una y otra vez. La elección siempre es nuestra.

Desde mi experiencia en primera persona, por si te pudiera servir, afirmo que es derecho de todo ser humano, rayando casi en lo “obligatorio”, atrevernos a ser… lo que queramos ser, romper moldes, saltándonos “como ovejas naranjas” los dictados del “…esto debe ser así o asá”… La única condición para ir ligeros de equipaje en este viaje es PERDONAR. Avanzar desde un espacio interior cuidadosamente observado y curado. El paraíso está aquí, si queremos que esté. Si la vida te da una llave inglesa, un martillo y un destornillador tienes dos opciones: a) “¿y con esto que puñetas hago?”, b) ”¡que suerte tengo, tengo tres herramientas!”.

¡Construye!

¡CONSTRUYE!, siempre poniendo el acento en la ventaja, siempre mirando de cerca el agradecimiento.Es desde ese espacio de gratitud desde el que podemos avanzar, reescribir los episodios de nuestro libro más difíciles, desde el perdón hacia nosotros mismos primeramente, ardua tarea ésta, pero se puede.

¡Y tanto que se puede!, paso firme y adelante dando gracias con el corazón abierto y lleno de curiosidad.

¡Atrévete a ser, atrévete a romper moldes..! ¿Qué quieres hacer? ¿Qué te apasiona?. ¿Sabes ya cuál es tu propósito de vida?…da igual que tengas 18 años o 90, ¡siempre hay una oportunidad para sentirte mejor en tu yo!. ¿Te gustaría enfocar tu día a día como un juego de disfrute lleno de color  y entusiasmo o prefieres enfocarlo como una obligación gris y aburrida?

¡Pasa, la puerta está abierta de par en par para ti… BALANCE-IN… tu voz interior, te llama a gritos para que la atiendas. Atrévete a ser diferente. Traza tu  propia hoja de ruta!. Por favor, créete merecedor de todo lo bueno que la vida tiene para ofrecerte. La única distancia entre TÚ Y TU MEJOR VERSION está en tus programas mentales. ¡Resetea, comienza de nuevo, el tiempo es AHORA!. Eres libre, abre tus alas y vuela alto…tienes mucho que decirle al mundo. Es tu momento para nutrirte de la vida y nutrir a los demás con esas cualidades únicas que sólo tu posees, esas cualidades que te hacen ser Tú y no otra persona.

¡Adelante…voy CONTIGO!

¿Preparado para descubrirlo?

¡Atrévete a ser! ?

Parafraseando el bello tango de Gardel “Volver”, así comienza este segundo post de mi blog, este espacio muy íntimo que me encanta compartir con vosotros, basado en hechos tan reales como la vida misma.

Esta mañana temprano, al abrir el cajón de un mueble del salón saltó a mi vista una foto que hacía un siglo que no veía (foto de la derecha) ¡Madre mía….cuánto ha llovido!. Cosas del azar…otra foto mía algunos telediarios después viene a mi mente (foto de la izquierda). La busco y se me ocurre ponerlas juntas en una composición. Observando la más antigua, en la que tengo, como se suele decir “la edad en la boca”, me voy en un tris a mi archivo mental…increíble!. Mi  disco duro me transporta en un abrir y cerrar de ojos a escenas concretas de aquella época de mi vida…todavía quedaban casi 2 para la treintena, estaba en pleno cambio de década, y como me ocurre en cada cambio de década, (según vengo observando), estaba en pleno borboteo de toma de decisiones en lo personal y en lo profesional.

Método Balance-In

Estuve un buen rato “volando” de nuevo a esa etapa de mi vida.  Es increíble como funcionan nuestros programas mentales… Tecleando un simple” botón visual” (foto), vinieron de manera clara hasta mí, escenas del pasado, personas, olores y como si de una película se tratara, me vi reviviendo de nuevo ese “antiguo yo”.  Como es lógico me topé con escenas mas agradables y otras un poco menos…así que me apliqué, de inmediato el ya familiar para mi “enfócate en lo que no te gusta y reescribe tu guión centrándote en cómo te hubiera gustado que fuera, visualización asociada con emocionalidad como parte del reseteo mental (método Balance-In).

¡Fue mágico! Al reescribir el nuevo guión y enfocándome en cómo me hubiera gustado asociándole una emoción acorde, había conseguido cambiar el “signo del recuerdo”,  de poco agradable a placentero.

“20 años no es nada”

Observando AHORA la foto más reciente (foto de la izquierda), sigo siendo aquella aventurera, aquella joven llena de entusiasmo con las señas HOY de la experiencia y las asignaturas aprobadas. Soy la misma pero “promocionada”, afortunadamente.  Aupada desde la experiencia hacia un “mejor yo”, con las mismas ganas y con un equilibrio emocional fruto de años de auto observación, estudio y valentía. Valentía para mirar cara a cara mi yo menos agradable, aquellas partes internas dañadas por el proprio devenir  de la vida… y si, como decía Gardel 20 años no es nada” solo mi madurez emocional separa estas dos fotos.  De la chica joven con esencia pura que se sentía culpable y no se amaba lo suficiente, a esta mujer madura que soy hoy, dispuesta a buscar un nuevo “érase una vez…” cada mañana.

Elijo mi nuevo yo

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que la huida hacia adelante de aquellos sucesos que nos lastimaron sin volver la vista atrás para mirarlos de cerca y reescribirlos, tienden a perpetuarse y repetirse una y otra vez. Así que sin vacilar, elijo mi nuevo yo, sigo abrazando la esencia de aquella joven aventurera de ojos puros y curiosos, y le añado el temple, la observación…a fuego lento, calmadamente, hoy un poco y mañana un poco más.

Respetándome, conociéndome cada día un poco más y profundizando con esmero y delicadeza en aquellas partes más “oscuras” en aquellas en que uno necesita destapar con sumo cuidado.
“¡Es un soplo la vida!” como dice la letra de este hermoso tango.  Así es cómo quiero contar la vida, por vivencias aquí y ahora, momentos.

Maravillosa oportunidad se nos brinda, el poder ser los arquitectos de nuestras propias vidas
Darnos la oportunidad de vivir esta experiencia terrenal en primera persona, avanzar con el alma y el corazón sanados y fuertes, para seguir escribiendo “guiones” hasta el final…entonces habrá un nuevo COMIENZO.
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Desde pequeñita me he guiado por mi intuición. Esa vocecita interior que nos lleva a subirnos a ese tren que anhelamos…aunque, a veces, nos de vértigo subir. Pues bien, esta vocecita vino a “visitarme” el segundo día de “meditación involuntaria” que todos estamos viviendo y me dijo: “¿y si te atreves y pruebas a acompañar a tus clientes online?”…y además…“¿que hay de ese proyecto de abrirte al mundo y traspasar fronteras y límites tanto personales como físicos?”.

A la mañana siguiente puse  “nuevo rumbo” a mi proyecto…con miedo… “Sí”, pero con la valentía y la confianza de lanzarme a un “mar de posibilidades”… “la vida me va a ir dictando cada día”, me dije.

Cómo he llegado hasta aquí

Me puse manos a la obra y, como por arte de magia, como si alguien estuviera susurrándome el guión a través de unos auriculares, vinieron, logo, colores, palabras, ideas estructuradas…Las sensaciones me entusiasmaban. Me sentía  como una niña, sorprendida…las mariposas en el estómago subían y bajaban. ¡Quién me lo iba a decir! (quién me conoce sabe lo poco tecnológica que he sido…hasta ahora, claro). Sin darme apenas cuenta me vi grabando, escribiendo, publicando para redes sociales…. la vida me daba por un lado el entusiasmo de “los zapatos nuevos” y por otro ponía a prueba mi paciencia y mi tolerancia a la frustración. Poniendo mucho amor en todo lo que iba desarrollando  y “mano  en mano” con Oscar (compañero de viaje con quien me siento afortunada de compartir la vida), fui subiendo, “como la espuma en una bañera”, escalón a escalón…cada día un poquito más…cada día se presentaba como un nuevo reto lleno de “obstáculos” que ponían a prueba mi capacidad de aprendizaje, mi apertura a lo desconocido y mi salida, bruscamente, de la zona de confort.

La vida me da la posibilidad de evolucionar y crecer

Empecé a darme cuenta que asociaba cada día de la semana no como estaba acostumbrada hasta ahora (lunes, jueves, domingo), sino que  recordaba cada día en función de las barreras o dificultadas que se habían presentado en ese día y como había sido capaz de solucionarlas. Todo esto me llevo a decirme a mi misma:”la vida,en esta situación complicada que todos estamos viviendo, me da la posibilidad de evolucionar y crecer, sólo si estoy dispuesta a comprometerme con el “sí quiero” y salir de mis programaciones limitantes”.

La vida se muestra bondadosa, me da el soporte, me aúpa hacia el “todo es posible“…si yo lo creo en mi mente, lo creo en el exterior, el agradecimiento me acompaña cada día, el amor hacia mí misma, me doy permiso para crecer a mi ritmo y me doy cuenta, emocionada, que cuando apuesto por el “adelante vamos”, la vida me hace un guiño y me dice: “yo también apuesto por tí”. ¿Sabes por qué?. Porque la primera que apuesto por mí soy yo…y me permito, me concedo, me abrazo y me amo…tal y como soy, perfectamente imperfecta.

¿Somos responsables en primera persona de cómo nos sentimos?

Dejo abierta la siguiente reflexión en este primer post de mi blog: “¿Somos responsables en primera persona de cómo nos sentimos?”. Por si te resulta útil te escribo como lo siento yo. Te diré que desde que dejé de estar a merced de la opinión de los demás soy y me siento libre, me han crecido unas “preciosas alas” de las que me siento muy orgullosa. Desde que un buen día uní todas las piezas del puzzle y dije: “¡eureka!”. No necesito la aprobación de los demás… ¡Me apruebo yo!.. Aunque pueda parecer básico para mi fue como el descubrimiento de la pólvora.

Para ir terminando, quiero agradecerte que dediques este tiempo tuyo valiosísimo a leer estas palabras escritas desde el corazón. Gracias por estar aquí. ¡Comienza nuestra aventura juntos!

Te escribo muy pronto

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Mi agradecimiento personal a Elio Estudio.