el despertar por Inma Budiño

“Hacer que surja en alguien un RECUERDO, un sentimiento, un deseo, una idea… etc, o hacer que se manifieste algo que estaba latente… traer a la memoria algo ya OLVIDADO”.

El despertar

Definición de este inconmensurable verbo que define, a la perfección, el retorno a la gran verdad existencial, la respuesta que le llega a todo ser humano en uno u otro punto, el retorno a nuestro HOGAR.

Os saludo, mis queridos lectores, acompañada de la imagen de esta preciosa ave rapaz, el búho, símbolo a través de los siglos, de silencio, inteligencia, justicia, espíritu e intuición.

Personalmente me resulta un animal fascinante, con una mirada casi humana y una capacidad para la observación y el silencio dignas de elogio e imitación.

Propósito de vida

Volviendo al título del post que estamos compartiendo… os cuento como casaron “despertar”y “búho”. He escogido la acepción de “despertar” equivalente a propósito de vida, al menos así es como me ha resonado a mi ese DESPERTAR que nos espera a que tengamos ganas de salir del SUEÑO, respetando nuestros tiempos, nuestra elección, libremente, al tiempo justo en que nuestra alma, sabiamente nos llama desde lo más profundo. Sea antes o después, en esta vida o en otras, todos llevamos grabado con letras de AMOR en nuestro ADN el mismo mensaje: la vuelta a casa, ese ir despertando a lo que realmente tiene sentido, el MERECIMIENTO que siempre estuvo, solo y nada menos, se trata de RECONOCER y RE-MEMBRAR que somos miembros y parte de UN TODO.

Dioses en la tierra

Traemos de serie todas las CAPACIDADES, somos DIOSES en la tierra. Vamos “abriendo los ojos y comenzamos a ver la luz” desde un mundo dual de polaridades basado en la complementariedad. De no ser así, ¿Cómo podríamos apreciar la abundancia sin habernos sentido carentes ¿cómo podríamos conocer y sentir la felicidad sin habernos sentidos desdichados?.. Basta con estar siempre on-line con nuestra INTUICION y dejarnos SIEMPRE guiar por ella. ”Me siento bien, estoy pensando con la mente de Dios (cada uno que sustituya Dios por universo, energía, buda o simplemente uno mismo). ”Me siento mal, entonces estoy dejando de lado mi corona de rey o reina para conformarme con solo ser a medias, y creéme que el propósito de esta, nuestra experiencia vital, es vivir en el paraíso y con toda la ABUNDANCIA, EL AMOR Y LA SALUD que seamos capaces de aceptar.

Paciencia, templanza, sabiduría… como el búho

Paciencia, templanza, sabiduría… como el búho que se apuesta tranquilo al caer la tarde, pasando desapercibido sobre la rama de un árbol, para recordar su misión como excelente depredador y dar buena cuenta de ello, dejando constancia de su pericia en cuanto cualquier presa se encuentre cerca de su radio de acción. Cada uno en un lugar pero todos UNO, ya seamos pertenecientes al reino vegetal, animal o humano, todos desempeñamos una función única, milagrosamente orquestada, todo en perfecto orden, porque DIOS nunca da ”puntada sin hilo”. Está en TODO y TODOS somos ÉL.

El regalo de valor incalculable que es la vida

Todo tiene un por qué y un para qué. El búho “mata” para mantener en EQUILIBRIO la cadena natural dentro del reino animal. Me gustaría dejar abierta la siguiente reflexión ¿hemos abierto tan siquiera un ojo para ser CONSCIENTES desde la CONCIENCIA que todos los seres humanos tenemos, del daño que gratuitamente hacemos a nuestro entorno?. Incluyo, claro está, los daños al medio ambiente y los daños a nuestros congéneres humanos. Al fin y al cabo todo pasa por un  recordar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos… recordar que estamos aquí por un rato, recordar que bien lo merece este regalo de valor incalculable que es la VIDA. El SOÑADOR DEL SUEÑO como dice “Un curso de milagros”, esa hoja de ruta que llegó a mi vida para zarandearme e invitarme a despertar y ¡madre mía si desperté!

Vivir y dejar vivir

Cuando uno despierta se da cuenta que lo único que verdaderamente tiene sentido es VIVIR Y DEJAR VIVIR, pero no de boquilla sino contundentemente. Es establecer ese compromiso con uno mismo y con la vida de no volverse a “dormir en los laureles”. Cuando uno despierta ya no hay vuelta atrás. Cuando despiertas tienes claro que la responsabilidad CONTIGO MISMO y con la vida crecen exponencialmente. Ya no vale el “es que yo no sabía…”. Solamente vale el “voy a vivir este rato de experiencia con todos los honores, pues así es como les corresponde vivir a los dioses.

¡BUEN DESPERTAR!

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