20 años no es nada
Parafraseando el bello tango de Gardel “Volver”, así comienza este segundo post de mi blog, este espacio muy íntimo que me encanta compartir con vosotros, basado en hechos tan reales como la vida misma.
Esta mañana temprano, al abrir el cajón de un mueble del salón saltó a mi vista una foto que hacía un siglo que no veía (foto de la derecha) ¡Madre mía….cuánto ha llovido!. Cosas del azar…otra foto mía algunos telediarios después viene a mi mente (foto de la izquierda). La busco y se me ocurre ponerlas juntas en una composición. Observando la más antigua, en la que tengo, como se suele decir “la edad en la boca”, me voy en un tris a mi archivo mental…increíble!. Mi disco duro me transporta en un abrir y cerrar de ojos a escenas concretas de aquella época de mi vida…todavía quedaban casi 2 para la treintena, estaba en pleno cambio de década, y como me ocurre en cada cambio de década, (según vengo observando), estaba en pleno borboteo de toma de decisiones en lo personal y en lo profesional.
Método Balance-In
Estuve un buen rato “volando” de nuevo a esa etapa de mi vida. Es increíble como funcionan nuestros programas mentales… Tecleando un simple” botón visual” (foto), vinieron de manera clara hasta mí, escenas del pasado, personas, olores y como si de una película se tratara, me vi reviviendo de nuevo ese “antiguo yo”. Como es lógico me topé con escenas mas agradables y otras un poco menos…así que me apliqué, de inmediato el ya familiar para mi “enfócate en lo que no te gusta y reescribe tu guión centrándote en cómo te hubiera gustado que fuera, visualización asociada con emocionalidad como parte del reseteo mental (método Balance-In).
¡Fue mágico! Al reescribir el nuevo guión y enfocándome en cómo me hubiera gustado asociándole una emoción acorde, había conseguido cambiar el “signo del recuerdo”, de poco agradable a placentero.
“20 años no es nada”
Observando AHORA la foto más reciente (foto de la izquierda), sigo siendo aquella aventurera, aquella joven llena de entusiasmo con las señas HOY de la experiencia y las asignaturas aprobadas. Soy la misma pero “promocionada”, afortunadamente. Aupada desde la experiencia hacia un “mejor yo”, con las mismas ganas y con un equilibrio emocional fruto de años de auto observación, estudio y valentía. Valentía para mirar cara a cara mi yo menos agradable, aquellas partes internas dañadas por el proprio devenir de la vida… y si, como decía Gardel “20 años no es nada” solo mi madurez emocional separa estas dos fotos. De la chica joven con esencia pura que se sentía culpable y no se amaba lo suficiente, a esta mujer madura que soy hoy, dispuesta a buscar un nuevo “érase una vez…” cada mañana.
Elijo mi nuevo yo
Puedo decir, sin temor a equivocarme, que la huida hacia adelante de aquellos sucesos que nos lastimaron sin volver la vista atrás para mirarlos de cerca y reescribirlos, tienden a perpetuarse y repetirse una y otra vez. Así que sin vacilar, elijo mi nuevo yo, sigo abrazando la esencia de aquella joven aventurera de ojos puros y curiosos, y le añado el temple, la observación…a fuego lento, calmadamente, hoy un poco y mañana un poco más.
Respetándome, conociéndome cada día un poco más y profundizando con esmero y delicadeza en aquellas partes más “oscuras” en aquellas en que uno necesita destapar con sumo cuidado.
“¡Es un soplo la vida!” como dice la letra de este hermoso tango. Así es cómo quiero contar la vida, por vivencias aquí y ahora, momentos.
Maravillosa oportunidad se nos brinda, el poder ser los arquitectos de nuestras propias vidas…
Darnos la oportunidad de vivir esta experiencia terrenal en primera persona, avanzar con el alma y el corazón sanados y fuertes, para seguir escribiendo “guiones” hasta el final…entonces habrá un nuevo COMIENZO.
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